En Abiyán (Capital de la República de Costa de Marfil), la asociación “Stop au Chat noir” (Detener al Gato Negro) lucha contra la violencia de género. Ofrece una amplia gama de actividades psicoeducativas y terapéuticas para satisfacer las necesidades de las víctimas de abusos sexuales.
EL CONTEXTO REGIONAL
Cuando se trata de denunciar la violencia sexual, la mayoría de las mujeres afirman «sentir que traicionan un precepto religioso o el honor de su familia«.
Esta resignación a la violencia, tal y como la describe Sylvia Apata, experta marfileña y presidenta de la asociación CPDEFM (Citoyennes pour la Promotion et Défense des Droits des Enfants, Femmes et Minorités), trivializa los actos de violencia contra las mujeres e impide que las supervivientes tomen conciencia de la gravedad de la situación.
Como prueba, 70% de las mujeres de Abiyán fueron víctimas de violencia doméstica en 2019, según una encuesta realizada por el CPDEFM*.
Este escollo entre la realidad de los hechos y el peso de los hábitos culturales complica las acciones de atención adaptada tanto como la labor de sensibilización.
Por lo tanto, es imperativo encontrar formas de romper este silencio, abrir el diálogo y apoyar a los supervivientes mediante la reconstrucción psicosocial y económica.
LUCHA Y SENSIBILIZACIÓN CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO (VG)
El «gato negro» contra el que lucha la asociación es el de la resignación a la violencia, tan habitual. Más concretamente, el término se refiere a una práctica de abuso sexual, asimilada a la violación. Consiste en realizar un acto sexual, sin el consentimiento de la persona, mientras ésta duerme. Esta práctica tan habitual simboliza la cultura de la violación que asola a la sociedad marfileña.
La asociación Stop au Chat Noir pretende luchar contra esta cultura de la violación y, especialmente, contra su banalización.
Fundada por Bénédicte Joan, la asociación trabaja en dos ámbitos interdependientes. Por un lado, apoyo a las víctimas de violencia y abusos sexuales y, por otro, labores de sensibilización y prevención.
La misión de Stop au Chat Noir es romper el silencio, abrir el diálogo y reparar a los supervivientes mediante la reconstrucción psicosocial y económica.
Para lograrlo, la asociación ha desplegado, por ejemplo, una aplicación móvil que permitirá llegar a gran parte de la población marfileña. Es posible enviar mensajes, responder preguntas y proporcionar ayuda en directo por chat.
Además, Stop au Chat Noir abogará por la aplicación de una política de lucha contra la violencia de género en el seno de la Universidad Félix Houphouët Boigny.
CREACIÓN DE UN CENTRO DE ACOGIDA PARA SUPERVIVIENTES DE LA VBG
En el marco del proyecto Feministas en Acción, Stop au Chat Noir trabaja en la creación de un segundo centro de acogida permanente para víctimas de violencia sexual en Abiyán y su región.
Las supervivientes serán acogidas durante toda la semana en un entorno tranquilizador y seguro. Podrán beneficiarse de apoyo profesional en un entorno privado.
Las supervivientes serán recibidas allí para ser escuchadas y entendidas. Tendrán acceso a apoyo físico y administrativo para facilitar su eventual implicación con otras partes interesadas: personal médico, policía, abogados, etc.
La principal dificultad a la que se enfrenta actualmente la asociación es encontrar locales para recibir y atender a las supervivientes de la violencia de género.
Stop au Chat noir, que ya ha visitado una quincena de locales, hasta ahora sólo ha recibido respuestas negativas: en Costa de Marfil, los propietarios son muy reacios a alquilar a una asociación.
A través de reuniones, sesiones de sensibilización y acogida de supervivientes, Stop au Chat Noir contribuye a mejorar la prevención de la violencia de género y a tratar las situaciones de abuso sexual. En términos más generales, la asociación contribuye a cambiar las actitudes ante la violencia sexual.
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