FEMMES ARTISANES DE LA PAIX: DEFENDER LA ECONOMÍA DE LAS MUJERES EN LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO

La cadena de conflictos que ha azotado al país durante años y la proliferación de grupos armados han terminado destruyendo las estructuras económicas sostenidas en su mayoría por mujeres (campos devastados, robos de ganado, etc.), así como infraestructuras como colegios, hospitales y centros sanitarios.

En Uvira, una ciudad situada en Kivu del Sur, la asociación Femmes Artisanes de la Paix (Mujeres Artesanas de la Paz – FAP) trabaja para mejorar el poder económico de las mujeres y ayudarlas a unirse a una AVEC (Asociación Local de Ahorro y Crédito). Con la ayuda de Feministas en Acción, 250 mujeres, repartidas entre 10 AVEC, han podido participar en el proyecto.

Mujeres durante un taller de capacitación económica organizado por la FAP
Mujeres durante un taller de capacitación económica organizado por la FAP.

ASOCIACIONES LOCALES DE AHORRO Y CRÉDITO

Las presidentas y secretarias de todas estas AVEC se han formado para aprender a gestionar actividades de generación de ingresos (han aprendido a identificar una oportunidad de mercado, marketing y uso de tecnología, gestión de créditos, etc.) para poder formar y ayudar ellas mismas a las siguientes participantes. Cada miembro de AVEC va a ahorrar una cantidad de dinero que incluirá en el fondo común para poder contratar, a través de AVEC, un crédito de una cantidad superior con el fin de financiar su actividad.

«Soy agricultora desde que tengo memoria. Cultivo maíz, arroz y yuca. Gracias a esta actividad puedo dar de comer a mi familia y cubrir algunas de sus necesidades. Cultivo en tierras pequeñas porque, sin dinero, es muy complicado conseguir un terreno grande. Así que, a mi pesar, me contento con lo poco que cultivo. Ahora he logrado alquilar un gran terreno en el que cultivo lo suficiente como para responder a las necesidades familiares más costosas, como, por ejemplo, los estudios de mis hijos. Antes era impensable que pudieran ir al colegio porque no podíamos permitírnoslo», Nanjira Shagayo, tesorera de la AVEC Amani.

LA EDUCACIÓN: UN ARMA CONTRA LA DESINFORMACIÓN

La creación de las AVEC no es el único objetivo de FAP. Esta asociación organiza, junto a las participantes y sus comunidades, charlas educativas sobre salud y derechos sexuales y reproductivos en las que participan también chicos jóvenes y dirigentes comunitarios. ¿Cuál es el objetivo? Que la higiene menstrual, el acceso a métodos anticonceptivos o el abuso sexual en escuelas dejen de ser temas tabú. Femmes Artisanes de la Paix ha concienciado ya a más de 6 000 jóvenes.

«Antes de la formación de FAP, no estaba muy enterada sobre salud sexual y reproductiva. Desde que me uní a la organización, he aprendido muchísimas cosas que ignoraba, incluso sobre mi propio cuerpo. No tenía ni idea de que las infecciones son transmisibles; ahora puedo decir que sé cómo prevenirlas y dónde acudir en caso de complicaciones. Gracias a todo lo aprendido, puedo formar a chicas y chicos jóvenes en salud sexual y reproductiva. Además, me he hecho amiga de las chicas y, cada vez que tienen un problema, recurren a mí y lo hablamos en total confianza», Nelly Zaina, educadora formada por la asociación FAP.

Sin embargo, el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva (como la prevención de ETS) y a productos de protección sexual o anticonceptivos sigue siendo un gran problema en toda la región. Los esfuerzos que hacen las asociaciones de mujeres como FAP deberían estar respaldados por la voluntad política de las autoridades locales y nacionales para conseguir un resultado duradero.

LAS CONSECUENCIAS INVISIBLES DE LOS CONFLICTOS: VIOLENCIA SEXISTA Y SEXUAL

Hay muchos estudios que demuestran la situación de extrema violencia que vive la mujer en la zona este de la República Democrática del Congo. De hecho, «la violencia sexual a gran escala se utiliza ampliamente y de manera sistemática como arma de guerra y desestabilización comunitaria». Los responsables de esta violencia suelen ser hombres armados que pertenecen a fuerzas militares o milicias combatientes. A todo esto se añade un efecto de «propagación»: los individuos que no pertenecen a grupos armados se aprovechan de la impunidad generalizada para cometer violencia sexual. ONU Mujeres calcula que más de un millón de mujeres han sido víctimas de violación, aunque es muy difícil hacer estimaciones fiables.

En estas regiones, las mujeres se encuentran en peligro estén donde estén: mientras cultivan en sus campos (el 70 % de las personas que trabajan en la agricultura son mujeres), cuando van a por leña o agua, cuando hacen sus compras en el mercado o de camino a casa. Es fundamental que apoyemos el trabajo de asociaciones como Femmes Artisanes de la Paix para acabar con este tipo de violencia.

Contexto:
En la zona este de la República Democrática del Congo, en las regiones del Norte y Sur de Kivu que hacen frontera con Ruanda, Burundi y Uganda, las luchas hacen estragos desde hace unos 30 años. En esta parte del mundo existe «una de las crisis humanitarias más complejas y, a la vez, más ignoradas» por las Naciones Unidas. En la actualidad, hay más de 6,9 millones de personas desplazadas en de República Democrática del Congo, de las cuales 5,5 millones provienen del este del país, según la Oficina de la ONU para la coordinación de los conflictos comunitarios.