Tras varias haberse reunido varias veces con motivo de la iniciativa Feministas en Acción, Leap Girl Africa y Association au Secours des Filles Mères (ASFM, Asociación para la protección de las madres solteras) han decidido organizar un proyecto conjunto entre Maroua, en el norte del país, y Yaundé, la capital. Su deseo es reunir sus experiencias para cumplir un mismo objetivo: que las mujeres de Camerún puedan acceder a una posición real en los espacios políticos y cívicos.
LA PARTICIPACION DE LAS MUJERES EN LA POLITICA ES MINIMA
En la mayoría de los países del mundo, a excepción de unos pocos, la participación de las mujeres en la política sigue siendo insuficiente. Y en esta cuestión de desigualdad política, Camerún no forma parte de la excepción.
Según una de las miembras de la asociación ASFM, «la baja representación femenina en la dirigencia política y la toma de decisiones ha ralentizado el progreso hacia la igualdad de género.Las niñas y mujeres siguen siendo las grandes olvidadas en los principales espacios de participación y de toma de decisiones, especialmente en las zonas rurales y afectadas por los conflictos».
Aunque las mujeres participen en proyectos de la comunidad, como asociaciones, no suelen llegar a cargos de influencia. Para las más jóvenes, el castigo es doble, ya que apenas tienen representación en las instituciones y administraciones. Según Pertulla Ezigha, fundadora de Leap Girl Africa, esta escasa representación tiene un efecto muy perjudicial: «La participación política y cívica es esencial para reclamar y defender sus derechos.Sin embargo, por lo que hemos podido observar, gran parte de las jóvenes y mujeres menores de 30 años tienen poco interés, o ninguno, en la política y sus procesos».
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UNA EVOLUCION LENTA, PERO ESPERANZADORA
A pesar de que la igualdad aún no se ha conseguido por completo, cabe destacar la movilización de las mujeres en las últimas décadas. Según el último informe de la Unión Interparlamentaria, cada vez son más las mujeres que participan en los parlamentos europeos, llegando a alcanzar el 26,9 % en 2024. El progreso es lento y no avanza al mismo ritmo en todas las partes del mundo: África subsahariana se adelantó y registró el aumento más fuerte de representación parlamentaria femenina en 2023.
En Camerún, las mujeres ocupan el 31 % de los escaños del parlamento, pero menos del 10 % de los cargos directivos, según el instituto Nkafu. En las elecciones parlamentarias de 2020, las mujeres han ocupado un tercio de los escaños. En 2013, 21 mujeres formaban parte del senado; ahora, son 33 las que ocupan un escaño desde las últimas elecciones de 2023. No obstante, según ASFM y Leap Girl Africa, estas cifras hay que cogerlas con pinzas: «Los partidos políticos no siempre incluyen a las mujeres más pobres en sus listas porque no disponen de los recursos necesarios para financias sus campañas.Además, estas mujeres no están interesadas o no saben que también pueden presentarse como posibles candidatas. El Consejo Electoral de Camerún (ELECAM) no siempre comprueba las listas que provienen de las regiones. Los dirigentes tradicionales no animan a las mujeres a participar en el proceso electoral y, por tanto, las mujeres se quedan al margen».
En el proyecto que comparten, las dos asociaciones tienen previsto crear un estudio nacional sobre los obstáculos, las oportunidades y los efectos positivos que pueden tener las mujeres si se implican completamente en los espacios políticos. También están trabajando en un proyecto de ley sobre la institucionalización de cuotas de género en todos los órganos de decisión para los cargos electivos, ministeriales y de representación diplomática. Además, organizan sesiones de formación para acompañar a mujeres menores de 35 años en su participación política y crear una red de mujeres electas.
UN POCO DE HISTORIA En Camerún, las mujeres obtuvieron el derecho al voto en octubre de 1946, y tuvieron que esperar seis años más para presentarse en la Asamblea Constituyente del Camerún francés. Lamentablemente, ninguna fue seleccionada. Las mujeres de Camerún del sur no fueron elegidas en el parlamento hasta 1957, y después en 1959. Durante el periodo poscolonial, que va desde los años 60 hasta el momento en el que Francia y Gran Bretaña abandonan Camerún, las mujeres no han dejado de luchar para conseguir cargos de dirigencia en las instituciones decisorias. Muchas de ellas se han topado con obstáculos socioculturales: «Hay gente que se pregunta por qué es importante que las mujeres se conviertan en dirigentes políticas, responsables con poder de decisión electas y activistas de la sociedad civil, y otros siguen pensando que los espacios políticos y de toma de decisiones no son para las mujeres». |